Enganchados!!

Todos tenemos teléfonos móviles, o smartphone para los más geek, que utilizamos habitualmente para consultar y escribir correos, chatear, hacer fotos, jugar, navegar, escuchar música, y aunque parezca mentira también para llamar. La mayoría de las personas siempre llevan el móvil consigo y si lo olvidan enseguida dan la vuelta para ir a por él, no consentimos que el móvil se quede sin batería ya que estar con el móvil apagado durante un par de horas sería un caos. En definitiva, tenemos la sensación de necesitar estar siempre conectados, esta necesidad, o mejor dicho adicción, ha sido bautizada como Nomofobia.

El auge de los dispositivos móviles como smartphone y tabletas ha incitado a los delincuentes informáticos a desarrollar malware para monitorizar el tráfico de los dispositivos, monitorizar las pulsaciones del teclado, robar la identidad de los usuarios, robar datos confidenciales o sensibles, realizar suscripciones a servicios sin la autorización de los usuarios, etc. Todos los que poseemos dispositivos móviles inteligentes tenemos el riesgo de perderlo y por consiguiente de que nos roben información personal y financiera, de que nos llevemos un susto en la factura por haberse utilizado nuestra línea sin nuestro permiso, o incluso podemos ser extorsionados para poder recuperar el control del dispositivo.

Las aplicaciones que descargamos, que infectan y troyanizan nuestros dispositivos móviles normalmente provienen de tiendas de aplicaciones de terceros, correos maliciosos con suplantación de identidad o incluso de las propias tiendas de aplicaciones oficiales de los fabricantes como Google Play, App Store de Apple o Windows Phone Store. En numerosas ocasiones no leemos los permisos necesarios por las aplicaciones, dando acceso a información privada, incluyendo lista de contactos personales, historial de navegación, contraseñas de páginas web de redes sociales, etc. Por otra parte, muchas de las aplicaciones móviles aún no están maduras y no cuentan con medidas de seguridad adecuadas para protegerse contra los ataques más habituales, ya que no utilizan técnicas de cifrado para almacenar los datos en los dispositivos, envían las credenciales a través de HTTP en lugar de HTTPS o incluso algunas implementan incorrectamente el protocolo HTTPS.

Según el último estudio del laboratorio Kindsight Security, a finales del 2013 había alrededor de 11,6 millones de dispositivos móviles infectados, aumentando un 20% las infecciones durante el 2013. El pasado año aumentó considerablemente el malware dedicado al espionaje (spyware) que permitía a los delincuentes hacer un seguimiento remoto de la localización de los usuarios, descargar listas de contactos e información personal, interceptar y enviar mensajes, grabar conversaciones, hacer fotos, etc.

Aunque la mejor medicina para mitigar el riesgo de infección de nuestro dispositivo móvil es la concienciación en seguridad y un uso adecuado del teléfono móvil, también puedes securizar tu smartphone adquiriendo un Blackphone o Boeing Black Smartphone que se auto-destruya si hay un intento de manipulación del dispositivo.

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